miércoles, 21 de julio de 2021

Daniele Rocco-Argentina/Julio de 2021


 

PASIÓN POR AFRODITA Y SUS HIJAS

 

Desnuda

como toda heroína

naciste adulta

entre las olas

y su blanca espuma.

De Urano fue el esperma

por el Olimpo deseada.

 

Grácil tu instinto de mujer

surcó el mar

que te vio nacer

con único Norte,

amar, siempre amar.

 

A dioses humanos, semidioses...

¡Ah... pasión divina!

Por poseer enamorarse,

pasión humana,

fundirse en un beso,

arder entre llama.

 

Llamas, incitas, enloqueces...

arder, arder hasta la ceniza

(debajo si la agitas).

Hay un rescoldo

a la espera renacer,

recobrar vida

(al ruedo otra vez).

 

Ceniza semen,

ángel, solo tú reinas en mí,

tú agitas mi pecho,

mis noches las desposo contigo,

atraes, hechizas como un enigma,

como un imán.

Habitas todas las caras del prisma,

bella como un talismán.

 

Me rindo a tus pies,

a tus pies de bailarina,

danzando, ondulando

sobre la calavera del tiempo

que devora tus hijos.

 

Él los mata, tú los pares.

Perpetúas amando, desafiándolo

"y un Dios no puede contradecir a otro".

 

Solo tuyo soy,

no me atrae ni Atenea.

Siempre en guerra,

siempre belicosa.

Ni su ciencia, ni sus números,

ni la hermana de Apolo

que juró ser siempre virgen.

¡Ay... artemisa, las parcas!

Con ironía, patrona de los partos,

te ungieron por ir contra natura.

A cambio, tú,

consumado el coito que éxtasis produce,

tu virginidad recuperas,

volviendo a tu urna materna,

el mar de tu primer aliento,

al milagroso mar que devuelve la virginidad.

 

Solo tuyo soy

¿Y tus descendientes las sirenas?

Mitad humanas, mitad caracolas,

hermanas de mi otra mitad.

Ellas guardan secretos,

voces de la playa,

susurros del Palmar,

agitado por la brisa.

Ellas cantan

cuando el sexo penetra

como un espiral.

Desgarro, aullido,

relámpago de animal herido

y no es un fingir

un mero ardial.

 

Hay delirio en el orgasmo,

cantan para enloquecer.

Si tus hijas imitan, recrean

tu festín, como tú danzan,

son tu réplica, tu bello clon,

actúan, hipnotizan.

Como tú, ofrecen

su boca roja en la penumbra.

 

¡Sí, mujer!

Con abonejo y linaje divino

heredas ese don.

Poseída encarnas

el principio femenino

y a fe mía, bien te le pareces,

de la Diosa haces las veces...

irresistible, adorable,

cuando sonríes.

 

HIPNOS Y OTROS MITOS HELENOS.

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