ELLA
Ella bebe en una delicada taza su té
Tras los visillos algo va cambiando
Sus manos huesudas anilladas
depositan la taza sobre el platillo que espera
Y así van y vienen los gestos que llevan
esa taza antigua donde bebieron té
la abuela la madre y
mujeres adocenadas para atrás
con el mismo pelo rígido y el mismo gesto
del platillo a los labios secos.
Mientras fuera algo va cambriano
y el hombre de la tele vacía
de contenido las palabras.
que resuenan en los huecos fríos de la casa.
Nadie desde siglos se apercibe
de que a esas hora algo se deshace
para encontrar otra forma
ni de los sueños que se derrumban
ni de los niños que viven muertos desde que nacen
Ella no abrió las manos huesos
no cayeron anillos oro sin brillo
no dejó la puerta abierta a la vida nueva
Ella es pobre de alma.
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