sábado, 20 de julio de 2024

Jorge Baudes-Argentina/Julio 2024


 

                           Ariana, la cibernauta  

_ Hola Huston , ¿Me escuchan? Soy Ariana, la tripulante  de la sonda Explorer V. Ya llevo muchos días terrestres en la luna…. de Saturno. Este es un nuevo intento de comunicarme pues la antena parabólica de mi nave quedó averiada al chocar un pequeño meteorito sobre ella y no tengo muchas herramientas para arreglarla. Por suerte pude descender en este pequeño asteroide que forma parte del tercer anillo y,, para mi gran sorpresa, en él encontré vegetales gigantes donde  guarecerme y un manantial de agua que brota de las piedras. Como verán me  estoy arreglando como puedo pero…¿podrían venir a buscarme?  Ya sé, dirán qué pretenciosa esta Ariana. Primero nos enloqueció con sus discursos hasta lograr entrar en la Academia de astronavegantes y luego, peleó el lugar que le hubiera correspondido  a Andrés Jurado,  el jamaiquino, especialista  en caminatas espaciales  o a Javier de La Hoya, gran tripulante de los cargueros espaciales que viajan semanalmente hasta la Luna y cada mes por medio a Marte, para abastecer a las colonias de humanos que se están instalando en ellas.  Ellos también querían tener el privilegio de sentar las bases para una nueva comunidad terráquea en este lejano planeta pero…así somos las mujeres. Tozudas y emprendedoras y fue así que llegue hasta aquí y la verdad que no me arrepiento pues el cielo tiene un color azul profundo y las estrellas parecen luciérnagas que se prenden para acunar mis sueños. ¿Saben? Ya tengo aquí  mi casita y hasta me conseguí una mascota a quién hablarle. Sin radio ni tele una se cansa de tanto silencio. ¿Que cómo me hice la casa? Pues busqué una cueva ente las rocas y la cubrí con grandes hojas como si fueran helechos gigantes. La puerta del módulo la saqué y la puse  delante sujetándola con lianas que corte de una especie de bosque que crece al otro lado de ésta gigante piedra. Para buscar leña solo debo esperar que un anillo gire más rápido que el otro y luego salto al siguiente y al siguiente y al siguiente. Bueno, querida  Tierra, me sumergiré en mi traje de astronauta y tomaré una pastilla para ponerme en suspensión criónica, es decir, como si fuera un hielito de la heladera y descansaré un buen rato hasta que vengan. Eh, ¿Huston? Nadie me escucha…?

Nadie me escu…?  nadie me…?

              Comandante, estamos llegando a Saturno. Es increíble la vista de estos anillos. No se puede explicar un fenómeno estelar gigante donde una nube de polvo espacial y muchos pequeños asteroides puedan transformarse en una especie de pista de autos.

_ Disminuye la velocidad y comienza el acercamiento. Hace nueve meses que hemos perdido con El Explorer V  a esta altura no creo que encontremos vestigios de la Explorer V y mucho menos de Ariana, esa entusiasta astronauta que me ganó el concurso para llegar primero a descubrir este enigmático planeta.

_  ¿Enigmático dijo, mi Comandante?  Pues más enigmático aún le resultará  ver esas construcciones sobre uno de los anillos de Saturno y lo más insólito es que se ve una especie de cordel que cuelga entre dos promontorios y en él hay…ropa de chica ¡!!    Bajemos rápido,  y busquemos a Ariana para llevarla de vuelta  a casa.

_ ¿Quién dijo a  casa? – sorprendida apareció Ariana ante los incrédulos navegantes Esta es mi casa y de acá no me voy a volver. Tardaron tanto en venir hasta Saturno que yo misma armé la primera Colonia y saben cómo se llama?

_ ¿Pues cómo?

_  El anillo de perlas.

_ ¿De perlas, en Saturno?

_Sí, aquí en los anillos descubrí lugares con árboles frutales y arroyos con agua cristalina. No hay ninguna industria que me llene de humo y tampoco autos tocando sirenas. Los frutos de los árboles son muy ricos y con cuando el sol calienta más cuando llega  el verano saturnino cosecho las verduras que planté de los alimentos envasados que había traído conmigo en la capsula. Y enciman quieren que vuelva a la Tierra?

_ Pensándolo bien Comandante me parece que me quedaré para hacerle compañía a Ariana así tendrá con quién jugar cuando se sienta sola.

 ¿Y vos crees que yo me volveré solo? Pues desarma la antena de transmisión de nuestra nave para que no puedan comunicarse con nosotros por un buen tiempo y mientras tanto ampliemos la Colonia de Ariana, la que ya cuenta con sus tres primeros habitantes saturninos.

_ ¡ Iupi, qué bueno! Vengan conmigo los dos que les mostraré que bien lustrado tengo este anillo y luego iremos a recorrer los demás par que elijan y les pongan también su nombre.  ¿Qué les parece un anillo llamado AndresSat  y el otro anillo Javiersat? Vamos, bajen todo de vuestra nave que mientras tanto acomodo la mesa y les serviré una rica sopa de fideos anillados, con queso de polvo estelar,  ja,ja.

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