lunes, 19 de agosto de 2024

Rosa Esther Moro-Argentina/Agosto 2024


 

VESTIGIOS INFERNALES

 

 Toda esta sociedad violenta y violentada por todos los hambres que se padecen, porque hambre hay muchos y de todo tipo, y siempre hay que buscar el alimento para saciar esa ausencia.

El hambre físico por falta de comida es el acto de suprema violencia que se puede infligir porque lleva a la autodestrucción y cuando se habla de miseria programada para fines inconfesables se siente el aliento de lo tenebroso.

Son los actos de un sistema castigador ante la insolencia de buscar crecer en busca de esa sociedad  que vive programada en el adn de los humanos y que siempre a pesar de lo cruel, siempre resucita  buscando su forma.

El patriarcado construído por la palabra dura y la intransigencia, como todo lo duro se va rompiendo,pero en ese desmoronarse en ese caer caemos todos con nuestras creencias que se deshilvanan y no sabemos como mantener el tejido que se afloja y se rompe. Desnudos y heridos necesitamos de esas energía que aún día se mete en sótano tratando de apagarla pero que ya no se la puede mantener quieta, la energía que no solo repara sino que también teje trama nueva.

Hay necesidad de energía femenina, porque estamos atravesados por la tragedia. Estamos en el limbo porque eso que esta gestado en las capas profundas de la sociedad  está impedido de nacer y eso es parte de la tragedia porque se pierde la visión de lo nuevo.Y solo esa energía restaurada logra entre tanto que muere hacer nacer lo que tiene que nacer.

Hay que ir hacia eso que nos cuesta, eso que en pandemia se desorganizo, y con seguridad cuesta, esa unión y a la aceptación de toda otredad, solo imaginando y creando ese mundo mas amable, eso que se ve en las manifestaciones de lo que ya despertó y hacer que esto se expanda creando un bloque superior de fuerza y unión es como se va hacer desaparecer  a los vestigios infernales que  afectan el vivir con la Muerte de lo fundamental para la vida.

Y digo vestigios porque solo eso se filtra por lo que se resquebraja, el Mal es un poder pero el Bien como Vida es una coraza que no cede con facilidad, esto sin negar lo peligroso y doloroso de la situación que va sacudir hasta lo luminoso que subyace en la raigambre de todo lo existente.

Y hablo de esa energía femenina que como la masculina esta en todo cuerpo vivo, y que se manifiesta en el planeta Tierra, lugar de opuestos complementarios. Hombres y Mujeres poseemos de esta energía que hoy debe desatarse del  sometimiento a lo masculino dañado por el mal  uso a través del tiempo.

En estos días a causa del desastre natural ocurrido en Río Grande do Sul  observe con emoción como esa energía está emergiendo ante tanto dolor, no se hizo solo salvataje de vidas humanas, sino lo mágico fue como se lucho para  rescatar a los animalitos, verdaderas barcas de Noel que recorrían las aguas,buscando en lugares peligrosos a nuestros compañeros de ruta. Todo esto hecho con amor que despertaba la alegría de los rescatistas.

Emoción porque no todo esta perdido, la verdadera razón de estar experimentando la vida es esa, el amor, el respeto y el cuidado de todo eso otro que gira alrededor del Sol con nosotros. Es imperioso  curar, sanar las heridas por donde se filtran esos vestigios del infierno, pus que tanto daño
nos hace

 No somos eso equivocadamente construido,  somos más que opuestos batallando, sabemos ya que somos creadores de infiernos que dañan pero también sagrados seres que curan y reparan y pueden hacer crecer la Divinidad que albergamos para restaurar la vida en la Tierra.

 

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