Aquel adiós marchito
Por la piel se derraman alaridos.
Fragancias de geranios hablan de siluetas embrujadas,
de rumores al temblor de miradas esquivas.
Hay ardores cuajados de deseos en la sangre,
cadenas y aullidos en las manos,
anillos perplejos en la espesura
de los cuerpos.
Cenizas del ayer entre los dedos
cantan en la noche las pasiones viejas,
y el titilar de las estrellas se burla
del candor.
En la negrura
los rizos de la luna esconden la clave
de aquel adiós sin esperanzas.
Carmen, poema con ataduras amorosas
ResponderEliminary dolores de un pasado, que ha dejado sus huellas. Más que tema para una poesía!!. Afectuosamente, Laura Beatriz Chiesa.
Cuanta pasión y sensualidad Carmen!!!
ResponderEliminarNostalgia,si, pero vale más lo disfrutado, al menos fue vivido.
Me encanta tu poesía, Besosss Josefina
Felíz Año Carmen!!!!