martes, 12 de enero de 2010

Mauricio D'Amico-Olavarría, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Enero de 2010


Nacimiento y algún virus...


Hoy no es el horizonte que no se deja ver, es la ceguera abultada de una ciudad cosmopolita que le cierra la puerta a sus viajeros. Los compadece en sus recursos de primeros auxilios, pero no los deja respirar de su aire, aire que es de todos. Cada peregrino tiene su misión, hay quienes curan y otros que sólo descansan... A la ciudad de los pasos contados le volvieron a fallar los controles: alguien olvidó la llave y el picaporte... justo por ahí entraron; no ocultaron su visión panorámica y además se dejaron ver. Impunidad de elecciones para las palabras acalladas por tantos virus... El voto cantado ya no es tal, pero se escucha un murmullo de sobres que chocan contra otros sobres, y al desnudarse las voces se vuelve a escuchar que alguien aplaude al bebé nacer y le convida de nuestro aire para que respire.

3 comentarios:

  1. Cumpita Mauri... TODO, pero lo que me hizo temblar la pera y el pelón:

    "Cada peregrino tiene su misión, hay quienes curan y otros que sólo descansan... A la ciudad de los pasos contados le volvieron a fallar los controles: alguien olvidó la llave y el picaporte... justo por ahí entraron...".

    Epetacular lo suyo, felicitaciones.
    Abrazo y buen finde.

    Juanca.

    ResponderEliminar
  2. Esto que cuenta Mauricio, sucede, me convenció. Y la ilustració,Graciela,como siempre: impecable.
    Juan Ennis

    ResponderEliminar
  3. Mauricio: muy bueno este "Nacimiento y algün virus..."!!!. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

    ResponderEliminar