EL ÚLTIMO PIANO
Llueven sábanas vencidas
y la tarde presenta
su indeclinable renuncia.
Un charco de amor mancha la penumbra.
Lamés el viento,
y alguien te ofrece
psicodelia en cubitos
para colorear el océano de tu espera.
La soledad cena puré de relojes
y se recuesta a pensar.
Adentro, el libro sangra su poema
en el regazo del viejo piano.
Hola José!!!
ResponderEliminarMuy bueno tu poema!!!!!
que hermosos versos!!!!!!
Te saluda Josefina