Mar
Mi lengua toca tu desnudez
en la brisa que te mece
tu sabor
es el de mi sangre
Mar que no juega
a la playa ni a la espuma
recorre apretados territorios
sin tu voz enorme
La substantiva sangre -ïntimo rojo-
tiene tu latir
resonante
canta en mi corazón
Reconoce
en su sonar
-oleaje que va y viene-
acunando con manos de madre
a la quietud eterna
del libro: Rastros del Fuego
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