martes, 23 de agosto de 2011

Alejandra Madormo-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2011

 

Salvar en las palabras
Lo perdido de la rosa
Correr todos los riesgos
Mario Trejo

Flagelo del olvido



La rosa deshojaba
su diluvio de cometas,
y el azul pintaba palabras
junto al río de tu pelo,
y yo,
a un costado de la  ruta,
amaba esa belleza sutil
que se escurre y  manifiesta,
en los bordes temblorosos de la vida.

El encuentro
asomaba por entre los cuerpos,
pegados al atardecer de un sauce olvidado,
y los niños miraban las espaldas
de los ángeles volar,
y todo era mágico, menos tu voz.

Ausente por momentos,
recuerdos poblaban mis pupilas.
Rostros  sobre cartulina
 perdidos en el mar.

Asi  la historia iba tejiendo
punto a punto las verdades.

La mentira,
alojada en el cajón de la derecha,
tomaba a cuenta las palabras
vertidas como gotas
por el  púrpura del vino,
y ya nadie sabia cuál realidad era la propia,
y cuál,  la inventada por la escena.




La vida sacudía
con sus ráfagas de sal, mis heridas.

Éramos  a veces, enamorados de la vida.

Otras veces,
puros autómatas,
sin sabores en la piel,
sin soles, ni horizonte.

Habitantes de la misma pesadilla,
a oscuras del deseo,
éramos, esos días,
pordioseros  del amor.

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