LAS CUATRO ESTACIONES
Primavera : “ Qué se sentirá…”
¿Qué se sentirá cuando se muere,
si es en primavera que se está muriendo ?.
No lo sé pero presiento…
Que las lágrimas arderán como en verano.
Que el cuerpo se deshojará como en otoño.
Que la sangre se enfriará como en invierno.
Y que la vida se irá, como se van las estaciones,
con la rapidez con que gira la tierra
y crecen las personas,
la misma premura con que llega el alma al cielo.
Y aquél que se va, mirando el calendario,
sabrá que es veintiuno
y que afuera seguro estará el sol, la música,
las flores, el amor y los enamorados…
pero faltará uno.
Verano : “Amor en el Delta”
Calor húmedo, pegajoso,
el Paraná es un murmullo,
jugando entre raíces de troncos.
Verano en el Delta,
atardecer de puertas cerradas,
adentro pescador sudoroso,
hace el amor a su amada.
El sol se derrite de celos,
no disfrutan sus últimos rayos.
El mosquitero cierra los ojos,
no quiere mirar hacia abajo.
Viejo ventilador de techo,
brinda fresco pero calla.
Jugosa ensalada de fruta,
espera ilusionada,
que al final de tan fuerte encuentro
saboreen, sus frutillas y manzanas.
Desde el pequeño refrigerador,
el jugo helado se jacta,
de que primero lo buscarán a él,
cuando la garganta esté seca
y las frentes transpiradas.
La noche se acerca, ambos cuerpos,
desnudos tal como Naturaleza manda,
se levantan de la cama.
Hacia el río caminan
buscando el fresco del agua.
Se cuidan del barro del fondo.
Es un amor de verano,
puede ahogarse en madrugada.
Otoño : “Dos otoños”
Yo tuve y tengo dos otoños.
…
Mil novecientos cincuenta y nueve.
Casi despidiendo el secundario.
Se llueve todo. Está gris y frío.
Un abril de sudestada,
inundación y daño.
Amor corriendo tras pollera escocesa,
que salta los charcos.
Libro de geografia
dona una página mojada,
para escribir te amo.
Chocolate con churros caliente
nos mira en pareja,
en un bar de barrio.
No me percato si caen con música
las hojas secas,
como apunta el escritor en su melodrama.
Sólo recuerdo mayo,
cuando sus trenzas con moño rojo,
me dieron la espalda.
….
Dos mil once.
Estamos en fin de marzo.
Continúa el calor, aún no vino el fresco.
Mis nietas lucen vistoso uniforme
de colegio italiano.
Las llevo y las traigo
por Villa Adelina,
entre la sombra espesa
de Avenida de Mayo.
También tienen trenzas
y también las amo.
Las dos se irán pronto,
a un país lejano.
…
Que destino el mío.
Han pasado cincuenta y dos años.
Y en la estación que quiero,
la que más disfruto,
otra partida me está lastimando.
Invierno : “Ofunato”
Ofunato.
Pequeño pueblo pescador.
Te convertiste en infierno.
Cuando en la costa japonesa
es más crudo el invierno.
Casi cuarenta mil de tus hijos
perdieron familia y hogar.
Muchísimos la vida. Otros su trabajo.
Se los llevaron, el terremoto y el tsunami.
En el medio de la escarcha, un milagro :
El reloj de la plaza detenido,
justo a las 15.24, momento de la catástrofe,
pero erguido.
Como faro que guía a tus habitantes
en medio de la desgracia.
En doce meses vendrá el próximo invierno,
Será igual de frío. Será igual de duro.
Pero habrá techo, alimento, agua, ocupación, estufa.
Habrá vida. El invierno la culpa no tuvo.
El destino te eligió para caer.
Y te ha señalado para que te levantes.
Independientemente de la estación
en que vives.
Fue en ésta estación por casualidad.
Hay otros meses o inviernos para que olvides.
¡ qué decirte, luis! me trasladabas de la ilusión a la tristeza, del amor a la soledad, de la alegría a la ausencia. y todo en cuatro bellas estaciones acompañanadas por una imagen también increíble. un abrazo , ahora, de invierno yéndose. susana zazzetti.
ResponderEliminarLuis, las distintas estaciones de la naturaleza que se unen a distintos sentimientos y emociones para cada una de ellas. Buenísimo !!!. Te saluda,
ResponderEliminarLuis, las distintas estaciones de la naturaleza que se unen a distintos sentimientos y emociones para cada una de ellas. Buenísimo !!!. Te saluda,
ResponderEliminarQuerio primo: como siempre que leo algo de lo que escribís paso por todos los estados de ánimo y en algún momento se me empañan los ojos. Leer tus versos es una caricia para el alma. Un abrazo. Pery
ResponderEliminarHola Luis!!! Melancolía, realidad, tristezaas,recuerdos, todo sucede en cada estación!!! y las vamos viviendo.
ResponderEliminarMuy buenos tus poemas Luis
Saludos Josefina
BUENÍSIMOS. TRAEN REMEMBRANZAS DE ESTACIONES QUE VAN PARTIENDO.
ResponderEliminarYO TAMBIÉN AMO EL OTOÑO, PERO AHORA,ME DÁ MUCHA NOSTALGIA.
FELICITACIONES PRIMO.