En la noche tu voz es una luz
que alumbra cada camino de azul,
azul en cielo, silencio de ala
derivando sueños planeadores,
que tocan a cada árbol
de deseos sordos del sur.
Gritos del silencio verde duermen
el féretro de orejas malvadas,
eco de las hojas húmedas
que tiene el color de la tierra sangre,
cuyo espíritu acuchillado es el hijo
de la Madre Moribunda que
todavía nos amamanta,
la que nos ha llamado a beber
de las aguas del río que ha purificado
nuestra piel, y ha llenado
nuestros rostros de vida.
Madre Moribunda: todavía son pocos
los hombres que han escuchado tu Voz.
Madre Moribunda: todavía son pocos
los hombres que han caminado
por los caminos de tu Voz.
Madre Moribunda: la humanidad se endeuda
con el silencio de tu sangre verde y azul.
Muy linda experiencia de dueto poético he comparido con vos, mi hermano de letras Saulo; abrazo di cuore y otro para Graciela D. Pucci y Nélida Vschebor con su 'siempre' buenas ilustraciones.
ResponderEliminarUn abrazo a cuatro manos y un alma.
Increible Juanca, que unido con su amigo Saulo siempre germinen estos bellos ecoversos con sonidos y aromas de tierra y selva.
ResponderEliminarfelicitaciones a Saulo y Juanca, a la revista Literarte el reconocimiento por la difusión y hasta ese "comparido" de Vecchi es genial, Alicia Pastore,,,
ResponderEliminarAunque ahora se prolifera mucho tanto en la literatura como en el arte el utilizar como musa a la naturaleza pues son pocos lo que logran impactar...felicitaciones.
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