lunes, 21 de noviembre de 2011

Delfina Acosta-Paraguay/Noviembre de 2011

 DIOS EXISTE


 Un águila en mis sueños me visita
 y cierta  monja anciana de  semblante
 tristón y distraído. Yo no sueño
 con mariposas blancas ni unas gotas
 cayendo de las flores o las llamas
 de un cielo atardecido. Mis costumbres
 severas me conducen día a día
 a ir tras unos pasos que son míos,
 por cierto, y son mis pasos un camino
 andado para abrir alguna puerta.
 La noche suele hallarme contemplando
 el rostro de una estrella y me pregunto
 qué cosas misteriosas sabe ella
 pues eso de quedarse tan callada
es la primera incógnita del cielo.
 Pero mi Dios me habla y dice: ¡Existo!

2 comentarios:

  1. El destino habla, Delfina. Sigamos contemplando estrellas para que Dios también nos devuelva este sentido de esxistencia. Felicitaciones

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  2. Las poetas como vos pueden escuchar voces maravillosas. un abrazo


    silvia loustau

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