Paisaje
-caricia
La mano se arquea
apenas, busca la suavidad, las señales de la vida del otro, roza la
cara, toma el pelo, se despliega, lo inunda de un vaivén casi canto o
cuna.
Sobre esa
cabeza, las uñas rojas de ella rozan, con magia, las ideas y las
sensaciones del interior de él, se toca con los sueños los bordea, los
aviva La mano protege, libera, se ilusiona, se pierde en los laberintos del
otro. Hechicera, ella aprende, se entibia, se transforma. Los
dos transmiten un idoma extraño como formado por lo
inexplicable
Visto desde lo
alto son colinas surcadas por hilos de nieve con diez
fuegos encendidos, alumbrando.
Que belleza esto de Cris. ... como todo lo que escribe. Felicitaciones
ResponderEliminarMercedes
Cristina,
ResponderEliminarComo siempre lográs transmitir el encanto de ese mundo poblado por la sensibilidad y la ternura. ¡Ferlicitaciones!
Germán Cáceres
un texto bellísimo, Cris, claro que viniendo de vos no me sorprende para nada,
ResponderEliminarCris!!!!
ResponderEliminaresto es una genialidad..
una caricia para el alma