PRESTO
Límpiate los oídos
con
un palo borracho
Casi en un acto masturbatorio,
excítalo
al refregar
sus espinas con los bordes
de
tus canales,
Es hora de escuchar y no
vivir
con
las alas plegadas
con la alerta adornando tu carne
y con el cerebro en los sartenes
donde esperan los que no quieren escuchar
alimentando a los vivarachos sin cara
con lengua eléctrica
y corazón
de espalda,
que te dan mano de cinco bocas
Y te
van devorando
Poco a poco.
Punzante, pero buenísimo Néstor.
ResponderEliminarSaludos Josefina