Reconciliación
Como cárcel exquisita, el fuego pasional
nos construye nuevamente.
No nos ahogan las manos,
no hay peñas, ni colinas,
ni pies que corran.
Nada nos detiene.
Estamos frente a frente,
y otra vez,
amándonos.
Aún
no empieza la mañana.
Sobre la cama,
luce dúctil, sereno.
Algunos sonidos llegan hasta mi ventana.
No quiero oírlos.
¡Pido silencio!
Hoy necesito amarlo.
Delicioso poema Elsa, muy bueno!!!!
ResponderEliminarbeso Josefina