Mario Maini
(foto enviada por el autor del poema)
ACOMPAÑANDO A MARIO (*)
Quiero llorar y no puedo.
Se me sale el corazón del pecho,
parece explotar el diafragma,
la cabeza me da vueltas,
formo puños con las manos,
comprimo las pantorrillas.
Tomé junto a él la sopa,
sabiendo que me está observando.
Le he agregado el vino blanco,
no para mejorar el gusto
sino para mejorar el ánimo.
Hay una angustia errante,
que está o desaparece,
sin saber adonde va ni de donde
viene.
Me imagino qué es pero me callo,
porque creo que callando,
no sufre el que está sufriendo,
aunque el dolor siga estando.
Quiero llorar y no puedo.
Porque llorando parece
que me entrego y yo, yo quiero
ayudarlo,
hablarle, mirarlo a los ojos,
ocultar lo que estoy pensando.
Son ya casi dos años, que debía
haber llorado.
Pero no hubo oportunidad ni
tiempo,
y ahora que más me necesita,
prefiero estar con él, que me
sienta a su lado.
Señor, por favor dame una mano,
pues mis rezos se agotaron.
Ayúdalo a vivir nuevamente,
sácale ese cólico inhumano,
esa flacura extrema, ese andar vacilante.
Que disfrute de los hijos,
ponga montura al caballo,
alimente feliz a sus peces
y vuelva a regar los naranjos.
Si lo dejás morir,
ya no podré acompañarlo.
(*) Dos meses antes de la muerte
de mi cuñado Mario Maini
Gracias tio.. muy sentida poesia. Te mando un abarzo enorme y gracias por acordarte del viejo.
ResponderEliminarHermoso poema Luis, muy bueno.
ResponderEliminarBeso Josefina
Poeta Luis, tus versos sentidos llegan a lo más profundo de los sentimientos. Es muy bueno. Lamentable por lo que mueve a tu corazón lastimado. Es un hermoso poema.
ResponderEliminarSonia Figueras