El oficio del escritor se ha
deshumanizado
Sociología del crimen y la
desviación; Elogio de la basura. La resistencia de los excluidos; Juventud a la
deriva; La cultura de la corrupción; La derrota social de la muerte; Profesores
indignados. Manifiesto de desobediencia académica.
El prestigioso escritor y
sociólogo español Fernando Gil Villa dice sin rodeos lo que piensa en torno a
la literatura. Hace observaciones extraordinariamente sinceras sobre el oficio
del escritor, partiendo de su capacidad para analizar y examinar a los
escritores. “La originalidad literaria se convierte en una obsesión y lleva a
mezclas que nadie entiende, ni su propio autor”, confiesa. Su producción
literaria es abundante: El mundo como desilusión. La sociedad nihilista; Individualismo
y cultura moral; La exclusión social; La delincuencia y su circunstancia.
¿Existe o no basura
literaria en España y en otras latitudes?
Por doquier hay la basura
literaria. Como no podía ser menos en un mundo donde la basura, en general,
reina. En un mundo donde las cosas duran menos que nunca, incluidas las cosas
sociales, por tanto las relaciones con las personas, los animales y los
lugares, es lógico que las crónicas que dan noticia del mismo también queden
afectadas y se desechen con rapidez. En la biblioteca pública de Salamanca, por
ejemplo, alojada en un bello palacio gótico, me sorprendió que uno de mis
libros estuviera alojado en los sótanos, lo que llaman el depósito.
“Ah —me contestaron—, será
que se publicó hace más de diez años”. Salí con aire compungido. O sea que un
libro con diez años se considera cadáver y por eso se llevan a la cripta, el
cementerio subterráneo que en la jerga de las burocracias modernas ha pasado a
denominarse “depósito” (depósito de cadáveres). Por supuesto, hay otras razones
para explicar tantos desechos literarios. Todo el mundo se cree escritor. Hay
gente que manda a sus hijos a una escuela de creación literaria y paga
fortunas. Los pobres ilusos albergan la secreta esperanza de que su hijo o hija
llegarán así a ser grandes escritores. ¿Por qué? Porque se ha extendido la
creencia de que la literatura forma parte del capital humano en el que se puede
invertir como en un saco sin fondo. El acceso universal a la educación en las
democracias avanzadas conlleva este tipo de prejuicios como un precio lastimoso
que debemos soportar.
¿Ha perdido humanismo la
literatura?
Sí, porque el oficio del
escritor se ha deshumanizado. Por un lado, entiende como un conjunto de
técnicas que uno se puede aprender si se compra los fascículos en su quiosco,
igual que se puede comprar revistas para aprender a cocinar. Por otro, se cree
que todo es posible en cuestión de estilos. Así como la persona en general vale
más si “crece” continuamente, es decir, si acumula nuevas experiencias (por cientos),
así, en algunos casos, la originalidad literaria se convierte en una obsesión y
lleva a mezclas que nadie entiende, ni su propio autor. En otros casos, la
humanidad se pierde por la ambición comercial: muchos escritores se apuntan a
las modas (tanto de temas como de estilos narrativos) para ser éxito de ventas.
Por último, destacaría el desafío de las nuevas tecnologías. Con internet y los
libros electrónicos está servido el copiar, alterar más o menos levemente
párrafos y pegarlos en un documento nuevo que se hace pasar por propio. La
cantidad de versiones híbridas posibles es infinita. El género híbrido desafía
la idea de originalidad y de autenticidad.
¿Qué libros recomiendas a
los jóvenes?
Los clásicos, sin duda. Que
comiencen por autores del siglo XIX (Balzac, Dickens, Dostoievski) y luego
salten al siglo XX (Proust, el Joyce del Retrato del artista adolescente,
Rulfo, Julien Gracq). Que se olviden del XXI hasta que dejen de ser jóvenes,
por tanto, tal vez para siempre.
¿Cómo escribir poemas en
medio de tanta crisis, desempleo e intolerancia?
Muy sencillo, llevándose las
manos a la cabeza, imitando al personaje pintado por Edvard Munch en “El
grito”.
¿Cuáles son los escritores
de Latinoamérica que son leídos en la patria de Cervantes?
Cada vez más, por fortuna,
pero hay algo de perverso en la nueva ola editorial latinoamericana en España;
me explico: pasado el furor del realismo mágico, ahora los sellos editoriales
españoles se esfuerzan por conceder muchos premios a autores latinos. Eso sería
bueno si fuera sincero, pero resulta que los patronos de las grandes
editoriales (y los de las pequeñas también) constantemente aluden a que lo que
les salva de los números rojos desde hace años, por la grave crisis que
padecemos en España, es el mercado latinoamericano. Así que uno no puede evitar
pensar mal.
Publicitan autores latinos
porque les remuerde la conciencia, como compensación ante la rabiosa
explotación del mercado latino.
¿Qué papel juegan las redes
sociales en la difusión de la poesía?
Soy de los que opinan que se
sobrevalora el papel de las redes en general.
Ahora hay una manía por
explicar cualquier fenómeno social (desde las manifestaciones hasta los
asesinatos) por las dichosas redes. Pero la verdad es que decir que las redes
lo explican todo es como decir que no explican nada. Imaginemos que a cada
ciudadano le da por escribir un poema cada día en su blog. Tenemos entonces
millones de blogs con trillones de poemas. Si repartimos el tiempo de lectura,
suponiendo que todo ciudadano dedica un tiempo prudente a leer poemas de otros
(lo cual es mucho suponer), la probabilidad de que te lean un poema será menor
en este contexto nuevo que si lo hubieras publicado en papel, en un escenario
tradicional.
Esta es la simulación más
optimista, el modelo más racional, digamos. Pero existe otro que también puede
darse, y es que, ante la situación planteada, la gente compita por recibir
visitas, como lo hace ya por acumular amigos en facebook. Cuantos más amigos
incorporas, más vales. Cuanto más crezca el número de los que pusieron “me
gusta” en la visita a tu página para leer tu poema, mejor poeta eres.
Obviamente esto es una locura en toda la extensión de la palabra, es decir, una
enajenación total de la poesía, destrozada por una mezcla de narcisismo y mentalidad
consumista.
NECESITO UN MASAJE
Mientras esperas,
sentado en el sofá,
que se pose la mano tibia,
ha de pasar sobre la tierra
un silencio de niños dibujado,
el traje del obrero con polvo de pastel,
y luego pequeñas cosas: delfines
flotando en azulejos, el impulso
misterioso de músicas lejanas.
Mientras esperas que los azulejos
de tu cuerpo brillen entre sus manos,
tienes el derecho a creer
que nunca acabaremos
porque no somos la nube
sino algo más ligero,
una huella que dejó el cielo:
viento
celeste.
Fernando Gil Villa
Excelente análisis de los tiempos actuales en la escritura! Muy buen artículo!!!
ResponderEliminarAcabo de leer este artículo y creo que es algo como copiado, decir que opino igual que Verónica Cepeda y que estoy en total acuerdo con el autor del artículo. Es inmejorable su observación en cuanto a la literatura que impera. Escribo, no soy escritora, mas leo.
ResponderEliminarUn saludo con mi afecto
Sonia Figueras
Graciela, me está llegando bajo tu nombre un pedido de dolares diciendo que estás varada en un lugar en el mundo , por favor, no creo que seas vos por la forma de expresarse pero averigua qué está pasando, es muy desagradable- Junio 22 de 2012
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