miércoles, 23 de mayo de 2012

Fabiana Posse-Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Mayo de 2012


Yo te quería como se aman las semillas invisibles de las cosas,
y te esperaba como si existieras.
Y me rendía a todas tus desapariciones,
a las fugas orgullosas de tu nombre dolido de ser serpiente en mi boca.
 Yo te insultaba cuando disparabas como  novedad  tu silencio
sobre las sábanas dinamitadas escondidas en mi mitad.
En mi otro centro incendiabas cada grieta nueva
como un escalón hacia tu rescate.
Yo te pedía permiso para cegarte de trompadas tiernas,
y ser tu rueda errante del corazón al sexo, ida y vuelta.
Y disfrazarme de rayo al perseguir tu maquillaje de nadie.
Y ser muda en todos tus alambres.
En una esquina del ring mi piel sonaba a muñeca rota,
 la campana daba muerte en primer round  a un sol torcido y marginal.
Vos  princesa traicionabas la inercia del banquito opuesto a mi escondite.
Ofreciéndome  tú sombra para que me inmolara las venas.

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