Cantor de sueños
Caminante de la noche
con tu equipaje de sueños
adorador de la vida
buscador de tus anhelos.
Llevas tu guitarra al hombro
tu canción en las alforjas
para que el mundo las oiga
y en el cielo las recojan
Viajero en tantos caminos
cosechador de esperanzas
otros seguirán tus huellas
pues con cantar les alcanza.
Canta, cantor de cantares
que tu canción llegue lejos
para que canten los niños
para que suenen sus ecos.
Le cantas a la alegría
y también a la tristeza
cantando por el camino
hasta que el alba aparezca.
Cantando vas a la luna
al lucero y las estrellas
que ellas te guían andando
te olvidas de tus querellas.
De los cantares de amores
llevas llena tu memoria
porque viajando y amando
vas escribiendo tu historia.
Canta, cantor de cantares
que tu canción llegue lejos
para que canten los niños
para que suenen sus ecos.
Luna, lunita…
Mira que luna la luna
que esta noche apareció
a reflejarse en tus ojos
en tu copla y tu canción.
Luna, lunita, la luna
es un blanco medallón
desde lejos sus montañas
parecen un murallón.
Blanca como tu piel blanca
brillante como tu mirar
me tienes esclavizado
atado a tu suspirar.
Como la luna en la noche
que alumbra la inmensidad
eres mi luz y mi vida
si no me creéis mirad.
Mirad la luna en mi pecho
lleva grabado tu nombre
me lo grabé aquel día
en que por ti me hice hombre.
Luna de mis alegrías
no te quieras esconder
no te escondas tras las nubes
mira que te quiero ver
Vuelvo, mi niña…
Grito que gritan mis labios
un mensaje están mandando
con un nudo en la garganta
voy el barro atravesando.
Vuelvo a casa mi criatura
rodeando la montaña
abrazarte es mi deseo
toda la noche y al alba.
Tendrá envidia de tu rostro
la palidez de la luna
y guardará en su memoria
tus ojos color de tuna.
Fragilidad del silencio
que romperá como espada
un gemido enamorado
y la frialdad acabada
En una lata sellada
guardaremos la tristeza
contaré los mil suspiros
sobre tu boca cereza.
Vuelvo a casa mi criatura
niña bonita, mi niña
a beber de tu boquita
sabrosita como piña.
No quiero verte partir
Hoy has dicho que te vas
Hoy armaste tu equipaje
con el mis sueños de amar
te los llevas en tu viaje.
No quiero verte partir
porque me quitas la vida
No quiero verte partir
porque se ahonda mi herida.
Herida de alma y de cuerpo
quedé llorando en silencio
la noche de tu partida
a morirme me sentencio.
Morir viviendo sin verte
es tener mi vida ciega
prefiero vivir la muerte
con ella mi alma se juega.
Angustia a perder tus ojos
por los que miran los míos
Temor de perder tus labios
que me arrancaron suspiros.
Murió un grito en mi garganta
por no pedirte que vuelvas
a devolverme la vida
que se ha perdido en tus selvas.
Selva oscura de dolor
mas tristeza y soledad
destrozado esta el amor
por orgullo y vanidad.
Susana que hermosos y tiernos poemas!!!!
ResponderEliminarBesoss Josefina