jueves, 22 de noviembre de 2012

Jorge Sombra-Buenos Aires, Argentina/Noviembre de 2012



ATILIO EL SABIO


            Atilio el Sabio, había predicho muchos años antes que un día se producirían señales en el cielo y en las entrañas de la tierra. Ese sería el comienzo del fin de los tiempos del odio y la violencia y entonces vendría la Era de la Armonía. ¿Lo había dejado escrito? ¿Dónde se hallaban los documentos en los que Atilio dejara sus profecías? Timon y Lamprias eran la cabal demostración de lo que había dicho Atilio; también llamado El Greco. Alguien, alguna vez sugirió que desde su niñez fue confiado al cuidado y educación del filósofo Amonio.

            Este hablaba fluidamente el griego antiguo. Tenía si, conocimientos del latín por lo que se presume o conjetura que, los rollos hallados once siglos después en los claustros subterráneos de la primera catedral de Atenas, no podrían haber sido escritos por Atilio el Greco, porque estaban precisamente escritos en aquella lengua. Lo cierto es que; a consecuencia de aquel hallazgo, nuevamente y después de muchos años, se había instalado en la mente de los poetas la idea del fin de los tiempos necios, en tanto los investigadores también se abocaron  a la búsqueda de esos misteriosos manuscritos.

            Adjudican a Plutarco haber insinuado que Atilio el Greco se había aficionado a las matemáticas, para anunciar o explicar los fenómenos que fijaban el destino del mundo y del universo y que se cumplían inexorablemente por ciclos de 5125 años. No se podría afirmar que esta teoría fuera cierta porque el natural de Queronea tampoco pudo conocerlo por no haber sido su contemporáneo. Por lo menos en su obra Vidas Paralelas el nombre de Atilio no aparece.

            De la tradición oral y de testimonios escritos, Atilio el Greco se habría adelantado a las profecías de Nostradamus. En algunos aspectos y precisiones son coincidentes aquellas referidas al momento en que los terremotos y erupciones volcánicas causadas por la conjunción de los planetas y más, precisamente cuando el Sol recibiera un rayo sincronizador del centro de la galaxia.

            Dónde se hallaban los escritos de Atilio fue una de las obsesiones de los científicos e investigadores  durante varias centurias. Alguno hasta se animó a insinuar, -aduciendo que lo había leído de otro autor- que en realidad  Atilio nunca había existido y que la leyenda sobre sus predicciones era producto de la afiebrada imaginación de algún ignoto y atrevido escritor que creó el personaje. Sin embargo, el nombre de Atilio es conocido desde hace muchísimos años.

            Se presume asimismo que, a lo mejor no dejó nada escrito porque al igual que Aristóteles enseñaba a sus discípulos paseando, por el sistema filosófico llamado peripatos. Quien  haya tenido a la vista las psicografías de Benjamin Solari Parravicini habrá verificado que muchas de las premoniciones que dejó, son las mismas que había dicho Atilio veinte siglos antes. Por ejemplo que; cuando el fin de los tiempos se acercara, la humanidad iba a entrar en una etapa de caos, violencia, guerras y destrucción, nación contra nación. Los varones harían vida en común, las mujeres prescindirían de los hombres para preñarse. Los hombres serían mujeres y las mujeres, hombres.

            Entonces sería la señal, y los poetas y los deportistas serían elegidos para recuperar el equilibrio y la armonía entre los pueblos. Y sería en Sudamérica donde se produciría el alumbramiento de la nueva era, que comenzaría a partir de un 22 de diciembre,  2012 años después del nacimiento de Jesús el Cristo. Coincidente con el nacimiento del Quinto Sol. Ese sería el fin del mundo del materialismo y el comienzo del Mundo del Amor, La Era de la Armonía duraría hasta el 3113.


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