martes, 1 de enero de 2013

Guadalupe García Romero-México/Diciembre de 2012

Tal vez mañana seremos otra estrella

En este territorio
que se han tragado la selva y las marismas,
existió hace mucho tiempo, usted lo sabe bien,
un país en el que todos vivimos: acá hubo sitio
para los gachupines y para los criollos,
para los indios y para los negros,
y hasta para los hermanos de otras naciones
del continente, e incluso para los gringos,
que dicen que también los gringos son de este continente,
pero que a mí se me hace que no...

En este país hubo pabellón y moneda, himno y cucarda,
y hasta tuvimos un monumento para honra y memoria
de todos los que hicieron algo.

Qué sucedió para que ya no haya nada me dice usted,
y yo en mi ignorancia no sabría responderle,
pues se habló de muchas cosas: que el país
se hundió por la barbarie —así decían—, porque los políticos
no supieron gobernarlo
y se les dio por fusilar a los muertos,
que la cosa empezó el día en que dijeron
que iban a juzgar a los dictadores, que principió más atrás,
cuando contrataron un empréstito en el exterior,
que fue por las divisiones del ejército, que todo se desmoronó
cuando se nos murió el generalito y nos quedamos sin caudillo,
que la culpa la tuvieron las guerras civiles
o las guerras de la independencia.

También hay quienes opinan
que cuando pertenecíamos a España estábamos mejor,
aunque también he escuchado a otros que dicen
que los causantes de nuestra desgracia fueron los gachupines,
que hubiese sido más provechoso
que no llegaran nunca los barcos
y que nos quedáramos todos como indios.

En fin, que tampoco en esto se ponen de acuerdo
y ya tampoco importa quién tenga la verdad,
porque si alguien va a escribir nuestra historia,
de fija tendrá que ser algún gringo,
como que ahora pertenecemos a ese gran país.

Dicen que somos una estrella más en sus banderas,
cosa que yo no podría afirmársela,
porque nunca me tomé el trabajo de contar cuántas estrellas
tenía la bandera gringa antes que nos anexaran
y si después de anexarnos le dibujaron una más.

Yo creo que nos dijeron así para que nos quedáramos conformes,
pero que a los gringos les debe dar vergüenza
que los europeos les pregunten que qué sinifica esa otra estrella
y tengan que salir a explicar que somos nosotros.


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