COMO CARDÓN
DEL ANTIGAL
Donde la
lluvia es la nostalgia
y la soledad
escucha nuestro tiempo,
pueblos
milenarios andan solos,
bajo el
gentil Sol del quieto Altiplano.
Donde el
cielo azul es el milagro,
allí, donde
el río es todo misterio,
pueblos
primigenios quedan solos,
confiando su
aliento a la Madre
Tierra.
Firmes entre
pircas ancestrales
son el
paradigma fiel de la memoria.
He ascendido
una vez con ellos,
y en cada
pendiente, ellos me alentaron.
Acaso he
nacido de nuevo entre ellos…
en cada
repecho, ellos me nombraron.
Fieles entre
ruinas ancestrales,
en nuestras
espinas se evoca la
Historia.
Somos
promesantes del Sol del Altiplano,
somos
penitentes de la Madre
Tierra,
amigos
eternos del Sol del Altiplano,
y enemigos
férreos de todas las sombras.
en “Versos vitales”.
Texto seleccionado por proyecto Haz rodar una poesía,
Chile; publicado en GiraPoema
Vos sabés, querida Nora, que valoro tus escritos tan de la tierra, tan de todos.
ResponderEliminarVa el abrazo rosarino
Betty