lunes, 22 de julio de 2013

Margarita Rodriguez-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2013



La luna, satélite natural del planeta tierra


Cuenta la leyenda que un día la Luna, cansada de su destino que la encadena al planeta Tierra, le preguntó a Dios por qué eligió ese derrotero para ella:
Entonces Dios le reveló que su misión era ayudar a los seres que la habitan para mantener el equilibrio de la creación.
_ Ay Dios, tengo miedo, ahora vienen por mí. Ser testigo de la vida en el planeta a veces es placentero pero otras me asusta. Nos hemos beneficiado mutuamente durante millones de años. Pero hay una especie que cree dominar a las otras. Qué destruye y manipula, aún a los de su mismo género.
_ Vos no te imaginás lo hermosa que se te ve desde allá. Sos inspiración de poetas y enamorados. Nadie niega tu seducción, aunque algunos con sus cuentos hicieran creer a otros que convertís a los hombres en lobos y todas esas tonterías. Intentan difamarte y sembrar el terror, que es una de las formas que eligieron para predominar sobre todo lo demás. ¿No ves que también hacen creer que yo soy severo y castigador?
En mi obra está previsto que la naturaleza se regule a sí misma. La desarrollé de modo que cada especie lleve en su germen propuestas superadoras, para que puedan modificarse y subsistir. Diseñé a cada ser para que crea en sus propias capacidades. Pero algunos hombres, creen tener más conciencia que el resto de los seres con los que cohabitan la Tierra. Se vanaglorian de su inteligencia y subestiman la sabiduría. Inventaron una palabra: Poder, es la palabra más engañosa que pudieron haber creado. Tu misión es mantener este planeta en órbita. Hay hombres que estudian las leyes naturales buscando sabiduría, crearon las ciencias y desarrollan su actividad motivados por la curiosidad y las buenas intenciones. Pero algunos de ellos, hombres al fin, olvidaron los principios básicos de mi creación y se asociaron al Poder que ostentan otros, e intentan conquistarte. Aquellos que ven más allá de los fríos números,  descubrieron tu misión y están tratando de convencer a los que se hacen llamar líderes para que te dejen en paz.

Los cráteres  que se pueden ver hoy con un simple telescopio en toda la superficie lunar, no están causados por asteroides ni piedras estelares sino por las partículas que emiten en forma de pensamientos las mentes más agresivas. Si estos no fueran absorbidos por la Luna, harían más estragos en la Tierra, poniendo en peligro su estabilidad y supervivencia.
Desde entonces la luna entendió la Palabra, y redobló sus esfuerzos. Inspirada en los que sufren por amor, aceptó el destino. Despojándose de su aura, lo que nosotros llamamos atmósfera, se expone a los golpes y nos ayuda a vivir un poco mejor.

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