lunes, 16 de diciembre de 2013

Ernesto Villa Venegas-Chile/Diciembre de 2013



MEDITABUNDO

Yo escribo a lo infinito
a las galaxias que no usan suspensores
a los sueños, siempre trascendentes
a mi tiempo que oculta mi desnudez
Y a los buses que llevan mis trajinados anhelos.

Escribo a la tierra y al espanto
a mis limitaciones y a mis amigos
a mi silla de playa que instalo en la arena
a Pamela que conocí en la playa descansando en sus dudas.

A los ascensores y las acequias
a los oleajes que se negaron a salar mi rostro
también a la Soledad, mi amiga
a lo único que ya no escribo
es a tu ausencia.


(De su libro “En una esquina del tiempo”)

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