EL AGUJERO EN LA PARED
Estaba encamado,
en el sentido de que me hallaba en cama por un accidente que hizo que me
rompiera las dos piernas y otros magullones como un fuerte golpe en la cabeza
que me tuvo inconsciente durante varios días .
Y allí estaba, completamente
quietas y colgadas la piernas, solo podía mover la cabeza y los brazos.
No tenía dolor por
los calmantes que me aplicaban, pero estaba muy aburrido, tanto que solo
observaba las paredes del cuarto , y lo que más me llamaba la atención, era un
agujerito común, como esos del que se cuelgan los cuadros, pero este me
sorprendía mucho, porque cada día era más grande, negro , bastante negro y el
sitio donde estaba colocado..
No entraba
casi nadie a la habitación y tampoco se
acercaba a ese lugar de la pared, cerca del techo.
Yo esperaba ver la
luz del exterior, pero eso no pasaba, se agrandaba cada día más
y a pesar de eso
no lograba ver luz- sabía que del otro lado, no había nada, sólo ,vacío- no
comprendía eso, y me quedaba extasiado mirando al despertar, cuanto había
crecido ese agujero que tomaba forma irregular.
Pensé que sería
una visión y no quería preguntar nada, porque tenía temor de que lo tomaran
como una queja y dejaran de atenderme correctamente.
Pasaban los días y
cada vez más grande, tanto, que me daba miedo,-era algo muy raro- y crecía solamente
en la oscuridad de la noche, cuando la luz se apagaba.
Me atemorizaba y
no deseaba preguntar a nadie y tampoco tenía nada a mano, de como llegar a él y
tocarlo o atravesarlo.
Me estaba desesperando,
no me lo podía sacar de la mente, más que no tenía otra cosa que hacer.
Comencé a tirarle
miguitas de pan endurecido, pero no le acertaba, así que me quedaba sin saber
si pasaba para el otro lado o no.
Estaba asustado e
intrigado, demasiado suspenso me enloquecía, y es entonces que tomé un vaso
vacío, con la mano que movía mejor y se lo arrojé y tanta fue mi puntería, que
le di justo en el centro , como cuando dicen :¡ Péguenle al negro ! Y yo le
pegué al negro, y sucedió algo inesperado y ni pensado por mí, ni me había
imaginado, que iba a suceder lo que pasó.
Al darle en el
centro del agujero , en vez de caer revoque o lo que sea , se fue expandiendo
cada vez más, con la diferencia de que se iba viendo la pared, que era blanca,
o sea que se destacaba el color del muro y no se veía agujero alguno y si cosas
negras que se desparramaban corriendo por la pared sin saber donde ir, y ahí
me di cuenta que
eran… ¡ Hormigas negras ! Si, hormigas,
enormes, atraídas por una cucaracha muerta en la parte alta de la pared, y
reaccioné de la forma más vulgar, soltando un insulto muy largo y de grueso
calibre, por los malos momentos que me hicieron pasar.
¡ Qué me iba a
imaginar que podían ser hormigas negras
! La p…
no siempre las cosas son lo que parecen....
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