UNA MUJER, UNA TARDE
Una tarde triste, dijiste no te quiero
Marchitó la flor que mi mano apretaba
Inundaron de lluvia las nubes en el cielo
Se ahogó de angustia la palabra que asomaba
Una tarde de sombras, dijiste no te quiero
Derramóse el café bajo la taza
Apreté el moño que anudaba el cabello
Temblaron mis pechos, transpiró la casaca
Una tarde gris, dijiste no te quiero
La lágrima se fundió con maquillaje
Mi garganta gritó, ¡ yo no te creo ¡
La esperanza se apagó cuando callaste
Una tarde de olvido, dijiste no te quiero
Los fuelles se desinflaron en un tango
El verso habló de un romance ya de duelo
Estertor de amor, hundiéndose en el fango
Luis: un poema unido al recuerdo del tango, donde el desamor, el duelo por lo perdido era el eje central. Muy bueno. Abrazo de,
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