DE QUÉ SERÁN LOS
VERSOS SINO DE AQUELLA SOMBRA
QUE HICIMOS SOBRE
EL LECHO
Somos agua,
fuimos luz,
fui burbujas jadeantes
corriendo de sur a norte,
de norte a sur a la carrera
para el ritual de cada anochecer.
Fuimos albatros sobrevolando
las altas cumbres del universo
donde no importaba el ropaje
ni el dinero.
Recorría ese itinerario
con frenesí
para esperarte en rectángulo común
donde nuestras secretas aguas
se abrazaban amorosamente,
una vez y tantas más
hoy no te encontré,
sentí mordaza en tu boca
en tus manos
mientras una voz murmuraba
canciones fúnebres,
el invierno te desnudó el dolor
buscando sin buscar
el camino de la muerte
porque eso es,
algunas veces,
la soledad.
Las calles quedaron calvas
el tilo exhala un aroma sedoso,
el rectángulo en penumbra
guarda el perfume de tersa piel,
la desgarradora dulzura
de ese poema,
llueven, todavía,
tus besos en mi rostro.
Y ahora…?
Quedamos atados
con cadenas.
Ahora los versos serán
de aquella sombra
que hicimos sobre
el lecho.
De: Poevida
(Poemario breve)
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