sábado, 23 de agosto de 2014

Oscar Vera-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2014

Cruje el otoño

Cruje el otoño bajo mis pisadas
la nieve del tiempo en copos me cubre
y los años torvos doblegan mi alma
aunque el cielo brille con lunas de octubre.

Aunque la mirada de todas las aves
me den la confianza prestando sus alas
y el silbar hermoso del tordo canoro
me endulce el cerebro y aúne mis lianas.

Me treparé al filo, de esta mi montaña
cubriré mis noches con piedras de lava
y en llanto empapado de lágrimas laucas
esperare al día que me traiga el alba

Este es mi deseo sin noches cerradas
vivir esta etapa como un gran regalo
aunque este otoño, cruja a mis pisadas
verte como un ángel posado en mi mano

Cuando vuelva a verte, me veré en tus ojos
rozaré tus labios rojos de embeleso
brillara en el cielo la luna de octubre
crujirán las hojas, al robarte un beso.

Rubén Vedovaldi-Provincia de Santa Fe, Argentina/Agosto de 2014

Rubén Vedovaldi, desde Capitán Bermúdez, provincia de Santa Fe, la Argentina, en julio de 2006, reflexiona a partir de algunos textos de la tercera edición del poemario “Ripio” de Rolando Revagliatti (Editorial Recitador Argentino, Buenos Aires, mayo 2006).


A ver qué nos dice este “Ripio”


          El ripio era el gran cuco tan temido de los poetas que extremaron el arte de oír su propia versificación y depurar y escandir y hacer fluir esa asida y procesada interiormente e inasible y clara y oscura materia. Rolando eleva el cuco a título de su libro, exorcista ya fogueado en este difícil oficio. No es la literatura una fábrica ya terminada, un juego ya reglamentado hasta su último detalle, sino materia sobre la que, como para la ars poética, el autor vuelve y revuelve y sigue recreando y redefiniendo. Es un hecho y más un haciendo, como el lector es un haciendo, deshaciendo y rehaciendo, a golpes de ironía. Para la literatura vale cortar por lo enfermo y, bien redondeando, más vale no valer que valer, que del valer bien se ocupa ya la economía, la ética, la guerra.

          Bien que escribo, define el hablante, desde un frente, fuente de guiños, pie de guerra. El autor es la continuidad y nos lo dice, no sensitivo como se decían Amado Nervo o Rubén Darío, sino conturbado / a primer amago de roce de la a(pab)ullante / gozadora –el entreparéntesis es de este lector en esta lectura-, el autor escribe para lograr socializar la varita mágica del hada. No es el omnipotente que toma la pluma como un monarca su cetro, es alguien que como los lectores, vate y se debate en decididamente indecisa materia. Vean cómo hago ripio, declara, vean / cómo me equivoco / propago erratas y –a mis años- chochez. El escritor no viene solo pero se las trae. Arriesga quemarse en un juego asociativo y pone en riesgo al lector apuntándolo con un arma de juego. Impecable logro de juego con el estrato fónico o aliteración en careo, caca y cacareo.

          A propósito de ese jugar, le he dado en clínica mi obra a una considerable poeta y en su juicio terrible me espeta: “No juegues más con las palabras, ya jugaste, con la poesía no se puede jugar”. Y aún contra su juicio veo que sí se juega, que sí Rolando puede y por qué habría entonces uno, como autor, de-privarse de leer y / o escribir y jugar. Sigo sintiendo que el jugar es un procedimiento válido, bien que no sé si para la literatura o para mí.

          “Con el jardinero”: El empleador puede aceptar la renuncia formal del jardinero, pero no podrá evitar la maldición de aquel lugar común donde los recuerdos siguen aflorando.

          “La página en blanco” continúa la serie de la literatura, el aula, la cuestión del que escribe como asomándose a ver su mejor máscara o su mejor vestuario y ve nada y se siente nada o más desnudo que desnudo: blanco. Y esperar la superación, la supuración, hacer poesía o literatura o arte desde la supuración y ese juego entre liquidarla y hacerse líquido o liquidarse.

          “Sólo & solo”: Con ese primer verso que es todo un epigrama epitafio, pero que no es todo y donde se logra dar una vuelta de tuerca y después otra y otra más.

          “Lo dejo y se queda”: Kafkiano cuando sabemos que adentro está el fantasma que nos busca.

          “A Fernando Savater”: Provecho el que saca de esas variantes del montar animales donde vamos graduando del más usual, caballo, al mágico y totalmente inusual unicornio.

          “Un extenso poema...”: Ocurrente esa asociación entre el asalto del extenso poema al hombre autor y el lograr reducirlo. En eso se ve que está entrenado Rolando, ya que no peca de verborragia sino que condensa, reduce su materia.

          Y también muy verdad eso de que los versos expulsados de muchos poemas, como agua desviada, terminarán volcándose en la concepción del próximo, a la manera también de los restos diurnos de vivencias y deseos que van a los sueños.



Luis Tulio Siburu-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2014



EL FALSETE 

Se siente fuerte el calor, esta mañana del primer día de agosto en Madrid. Seguro no baja de 30 la temperatura. Manolo Puente ha dormido muy mal. Anoche le han dado el finiquito en  su trabajo de charcutero en “El museo del jamón”, luego de diez años de levantarse y agacharse doscientas veces al día detrás del mostrador. Hoy es un parado mas en esta España desconocida si se la compara con seis años atrás. No quiere quedarse acostado, eso lo puede deprimir. Lo mejor es salir de la cama enseguida y buscar para tratar de colocarse – en lo posible - dentro del ramo hostelero. Abre la ventana de su modesto segundo piso por escalera en la – paradójicamente - calle Del Buen Suceso, zona de Argüelles. Del bar de abajo le llega el aroma de tostadas con tomate y aceite de oliva que están preparando para los desayunos de los madrileños. Su estómago le pide un café con leche caliente y un churro; por suerte en la cocina que está en la misma habitación ha quedado algo de ayer. Se da una ducha rápida, elige calzado cómodo para larga caminata y sale a fabricar su próximo destino bajando por Princesa rumbo a Plaza de España. Los ojos se le van de izquierda a derecha y los pies de acera a acera, preguntando en cafeterías, bares, restaurantes, en fin, todo lugar de servicio de comidas. Cabezas con el giro del “no” le van carcomiendo las esperanzas. Ya está en La Gran Vía llegando a Callao. Ahora coge Preciados hasta La Puerta del Sol. Son mas los turistas junto a las vidrieras que los carteles de “ se busca ayudante de cocina y  camarero ” ; ya ni siquiera le importa estar cortando el jamón, se conforma ahora con cualquier tarea de bar. Deja para mas adelante  pensar en las obras viales, repartos varios subido a la caja de un camión, vigilancia en las grandes almacenes. Sigue derecho por Carretas para llegar a la Plaza Jacinto Benavente. Se encuentra con su amigo Felipe, quien le recomienda una página de la web donde suelen aparecer algunos anuncios de diferentes tipos. Buena idea piensa. Entra en un locutorio. No es hábil para manejar el ordenador y sin querer termina en el blog “La espada del Zorro”, con un lema que reza: “filo independiente de tirios, troyanos, felones y perdularios”. No entiende de que se trata esa sucesión de nombres raros pero sí le llama la atención el título de mas abajo – con la foto del presidente del Gobierno español – ”El rebuzno del falsete”…y comienza a leer…  

“…El rebuzno presidencial sonó en falsete. Rajoy  probó de nuevo no ser la clase  de persona a quien se le puede comprar un coche usado.(...) Monólogo inconsistente y falso, a partir del cual, este mandatario propio del medioevo y su gabinete  de  malvados e incompetentes se verá inmerso en nuevas dificultades operativas…”.
 

-Joder, qué fuerte, exclama Manolo…Así que yo estoy aquí sin curro y éste, que fue elegido para dar soluciones, resulta que es un gran falsete, según la interpretación del periodista. Mejor vuelvo a la calle y sigo buscando antes que todo se ponga peor. Ya es mediodía.
Sale casi justo frente a la Plaza Santa Ana, pero como todo buen gallego decide continuar un poco mas allá  - cerca de Plaza del Ángel – y tomarse una sangría en el famoso bar “España Cañi ”.
No se imagina - a pesar del gasto extra - que esa detención en su búsqueda le traerá la suerte que no todos encuentran en el primer día de parados.
-¿Qué haces a esta hora por aquí Manolo? La pregunta viene del patrón del lugar, Benigno, un viejo vecino – gallego como él - de aquella Pontevedra de la juventud, etapa de la vida en la que se separaron para irse cada uno por su cuenta a la capital, detrás de mejores curros.
-Parado, como casi todos, responde.
-Pues has llegado en un buen momento. Un camarero argentino y nostalgioso se me acaba de marchar ayer a Buenos Aires, así que el puesto es tuyo.
-Eres la leche Benigno. Me das una gran ayuda.
-Olvídáte de los políticos Manolo. Son todos falsetes. Mira que le hizo   Bárcenas al presidente. Mejor sientate en aquella mesa que te invito a una ración de calamares y pulpo. Hace tanto que no  hablamos…
-Es verdad…sabes una cosa…es la segunda vez en el día que leo o escucho la palabra falsete…y yo que pensaba que se usaba solo para referirse a la voz aguda de cabeza de nuestro famoso Camilo Sesto. No sabía que además, era sinónimo de falso.
-Déjalo ahí Manolo… ¿te traigo otra tapita?  


Horacio Semeraro-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2014



 Un puente creativo entre dos naciones 
 No te olvides de Jujuy 
Enrique Godoy Durán y  Zulma  Esther Prina            
                   ( Novela-  Editorial Hombre y Camino, Buenos Aires, 2014, 184 páginas)        
 

En la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) sede calle Uruguay 1371, de la C.A.B.A. fue presentada el 24 de julio de 2014, la novela”No te olvides de Jujuy” escrita en coautoría por el destacado escritor guatemalteco Enrique Godoy Durán y la Lic Prof. Zulma  Esther Prina. El libro fue presentado por los escritores y periodistas Carlos Pensa  y Horacio Semeraro, ante un numeroso y calificado público   y contó un animado  intermedio musical .
Los presentadores destacaron el hecho de que La novela  es el fruto de la experiencia narrativa , geográfica, antropológica, idiomática, étnica y costumbrista  de un escritor guatemalteco y una escritora argentina , ambos talentosos y conocidos, que aunando  esfuerzos  se complementaron en la realización de esta obra que tiene elementos ficcionales, pero cuya mayor parte son reales. Así, salvo la historia  de vida del protagonista Eugenio del Monte, todo o casi todo es real: los lugares, las costumbres, las comidas , los idiomas. La historia transcurre en diferentes lugares de Jujuy (Yavi, Tilcara, Humauaca, San Salvador de Jujuy entre ellos), Asunción de Paraguay, y Guatemala.
El valor intrínseco del libro además de sus cualidades literarias, estriba en dos méritos esencialmente: el rescate testimonial que efectúa para quienes conocen o no Jujuy y la belleza de su territorio, la forma de ser generosa y transparente de su gente, sus tradiciones y costumbres y las de Guatemala, con los mismos valores. Y por otra parte la alusión a la lingüística de los pueblos originarios, principalmente descendientes de los mayas en el caso de Guatemala, la oralidad, sus costumbres y comidas, entre otros aditamentos. La autora Zulma Esther Prina es entre otras actividades, Miembro de la Comisión Directiva de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil. Y el profesor Enrique Godoy Durán autor de numerosas novelas, libros de cuentos, poemarios y obras teatrales. Es miembro de las Casas de la Cultura Guatemala en New York, Tapachula y Palenque en México, y León, Nicaragua.


Este libro se presentará el viernes 21 de Noviembre de 2014 en la Bohemia de Literarte. El evento se realizará en el salón de arte del Honorable Concejo Deliberante de Vicente López