miércoles, 21 de octubre de 2015

Isabel Alarcón García-Madrid, España/Octubre de 2015



LA BATALLA POR EL PODER 


¿Hasta dónde vamos a llegar? Andamos gastando recursos buscando vida en otros planetas ¿para qué, para habitarlo después de habernos cargado este?
¿No habrá nadie en este planeta con un mínimo de sentido común?, alguien capaz de tumbar estas leyes y entender que de seguir así nuestros hijos, nietos y próximas generaciones, y aquí quedan incluidas las de aquellos que firman estas absurdas leyes, no podrán disfrutar de hermosos paisajes naturales, como los que afortunadamente hoy, o mejor dicho ayer, teníamos.
Si se nos agota la fuente de oxígeno, ¿qué esperan, generarlo artificialmente? Pues no pensemos que es una tontería, que ya habrá alguien preparando el diseño. El ser humano es capaz de encontrar soluciones a problemas inexistentes, pero ya veis una simple cerrilla es suficiente para tener ese problema que necesitábamos y además pasar a la historia como un héroe.
Si nos quedamos sin cultivos, ¿los sacamos de la chistera? hoy un tomate, mañana una zanahoria… Si los cultivos se extinguen, los vegetarianos no les quedará otra que comer carne, pero si los animales no tienen que comer, adiós animales, ¿que nos quedará? ¿convertirnos en caníbales, comernos los unos a los otros? ahhh no, que para entonces habremos encontrado vida en otro planeta y ya tendremos a quién robar.
¿Realmente se necesitan tantas casas? si la población está envejeciendo ¿qué pasará con todas las casas que quedan libres de aquellos que nos dejan? Pueblos cada vez con más casas vacías, esperando con los brazos abiertos recobrar vida. Es curioso, arden campos para ser recalificarlos, quedan a la espera de que alguien tenga la genial idea de construir lo nunca visto, mientras los pueblos se van quedando desiertos ante la desviada mirada de todos.
Si la naturaleza hizo que ahí creciera un bosque, que los árboles hagan sombra en las laderas de los ríos, que en lo alto de la montaña no hubieran casas, ¿por qué ese empeño en ir a la contra? Luego pasa que vienen derrumbes, corrimientos, inundaciones que arrasan con todo lo que se ponga a su paso y entonces vienen las lamentaciones, pobrecitos, que pena, que pena. Se extiende la mano y se pide de ese saco que nunca terminara de llenarse. Todo porque un día su fondo se rompió y hoy nadie se atreve a coserlo: por miedo. Miedo o extender un día el brazo y que no le caiga lo que no se merece. Eso sí que es pena. Porque el sastre que lo hiciera, sería el verdadero héroe de la historia.
En cuanto empiecen a escasear necesidades básicas, se despertará ese instinto animal de supervivencia que llevamos dentro, volviéndonos más agresivos, saltando las normas… seguro que habrá algunos que preferirán estar en la cárcel sabiendo que les dan cobijo y alimento gratis. Total, mientras haya otros que se dejen la vida con el sudor de su frente para ir llenando ese saco roto. ¿Por qué no darles una buena terapia? Con un poco de suerte, yo creo que volviendo a repoblar todo lo que ha sido quemado, se les quitará las ganas de volver a hacerlo otra vez.
Todavía hay gente que sigue teniendo sed de poder y hambre de control. No se dan cuenta que son batallas perdidas. La Naturaleza tiene el poder absoluto y las Leyes del Universo el control absoluto de todo. ¿Por qué ese empeño de ir en contra y no caminar a su lado?
Todo esto parece muy drástico, de película de ciencia ficción y que nunca va a llegar, claro ¡como todavía quedan tantos bosques! La suerte es que ni tu ni yo a lo mejor lo vamos a ver, pero si nuestra descendencia. ¿Esto es lo que desea la gente que hace estas leyes? Dejar una herencia de miles de hectáreas de terreno, cuentas repletas de dinero, ¿para qué? Ahhh si, que como ya tendremos localizado otro planeta, pues serán los que puedan irse a él, porque en este ya será imposible vivir.
Para bien o para mal yo no creo en la reencarnación. Pero que se preparen los que sí, porque a este paso la cosa pinta mal, muy mal. Si vuelves a esta vida y te preguntan en que te quieres reencarnar, opta por un cohete. Será la única vía que te permita salir de este planeta muerto y llegar al nuevo. Por qué preocuparnos de invasiones ajenas, si ya nos habremos preparado para ser los mejores invasores. Además, contar con que ese planeta, ya se habrán asegurado algunos de firmar una Ley de Inmigración apta solo para los elegidos. La pena es que a lo mejor, para entonces, ya no habrá nadie que pilote ni viaje en ese cohete.

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