Carlos A. Seisdedos-Argentina/Febrero de 2016

Mi Pueblo

Porque mi infancia lejana sigue cruzando tu plaza,
y mi nostalgia se abraza de un primer amor temprano,
será que tanto te amo, mi pueblo de casas bajas.
Quizás tu gente que sueña con un futuro mejor,
trabajando sol a sol y superando dolores,
fue llenándolo de amores por vos a mi corazón.
Tal vez tus atardeceres sobre el campo adormecido,
me ampararon del olvido, y tus calles silenciosas
se conjuraron piadosas, a que te evoque sentido.
Será que nací en tus brazos, tus maestros me educaron.
Que al nacer, aquí plantaron mis hijos su primer llanto
y la paz de tu Camposanto cobija a los que me amaron.
Será por cosas como estas que llevo en el alma mía,
tus tristezas y alegrías, tu paz, tu aroma y color;
y me estremece el temor de ser tu ausente, algún día.
Por eso cuando la muerte venga a rozarme en su vuelo,
que sea bajo tu cielo así nunca he de perderte.
Quiero tener esa suerte de morir sobre este suelo.
Así no hay pena ni duelo,  ni desazones ni alarma,
y mi oración pide en calma para que mi último sueño,
te tenga siempre por dueño, a vos, ¡mi pueblo del alma!