Madre,
hija
Mi
destino no estaba trazado,
más bien dejaba trazas de dolor
por las esquinas,
ramos de espinas,
la esencia del pánico.
más bien dejaba trazas de dolor
por las esquinas,
ramos de espinas,
la esencia del pánico.
Yo
lo recogía del piso
y moría de nuevo
en un intento vano por
barrerlo todo y tirarlo a la basura.
y moría de nuevo
en un intento vano por
barrerlo todo y tirarlo a la basura.
Pero
cumpliste trece años
y yo no estaba.
y yo no estaba.
El
destino detuvo el tiempo
cuando aquella mujer
lanzó la amenaza de perderte.
cuando aquella mujer
lanzó la amenaza de perderte.
Solté
las amarras de mi locura
y el tiempo giró de nuevo
como tus trece años
y mi ausencia.
y el tiempo giró de nuevo
como tus trece años
y mi ausencia.
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