miércoles, 20 de abril de 2016

Marianella Sáenz Mora-Costa Rica/Abril de 2016




ACEPTARME POETA

Compartir este rojo renglón de mi noche,
el más intenso de este lienzo beligerante
que es el alma,
que me atrape y me marque este pincel de olvido
incapaz de sobrevivir
en la indiferente palidez de los otros.
Repartir alas de sal,
posar mi corazón entre los astros,
vivir la osadía irreverente del artista,
y que las palabras agrieten el ocre
y hagan surcos al aire,
que manchen cada gota de lluvia
para caminar contigo otra vez,
descalzos sobre el absurdo gris
de esta ciudad tan indolente.
Para llamarme poeta
bajo la piel de estos signos
que aún se desangran vibrando,
en la agridulce trampa
de una inédita posibilidad.

Del poemario Migración a la Esperanza

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