jueves, 21 de abril de 2016

Rafael Heyler Aranda (23 años)-Perú/Abril de 2016



Si me amara…

Por un tiempo casi inmenso mis ojos
se han colgado de otros sin atesorarlos.
Creo que es mi culpa por llevar en mi bolso
el primer filtro que es amarlos.
En apoyo a esto, informo: Amo para cuidar,
no cuido para saber si de repente amo.
Lo curioso a esto es que quizás
hallan menos inesperados en mis brazos.


La princesa triste que mueve las piernas
todavía enmudece sus sueños conmigo.
Pero la quiero, y temo instituirla estrella
como a otras desorientadas por el peligro.


Si me amara aunque sea un poquito,
fuera cual fuera su excusa, rompería al cansancio
para valerme de fuertes piernas y suspiros
con la más absoluta decisión del ánimo.


Serían otros tiempos, tiempos de labranza.
Contento me dirigiría al arduo pero provechoso
rescate de ilusiones. Creyendo en la esperanza
sus remos en mi balsa me indicarían cómo.


La mujer que amo aún lleva consigo
las manos feas y el corazón trizado.
Forcejea con la creencia de suspiros,
y me es lamentable no verla a salvo.


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