viernes, 20 de mayo de 2016

Laureano Albán-Costa Rica/Mayo de 2016



POEMA DEFINITIVO

Hay tanto que decir
El que en mi boca se estrellan
las estrellas con sangre....
Que nada cabe en mí
porque siempre estoy lleno
de dioses insaciables,
porque pido perdón
por permitirme el gusto
 
ciego de estar llorando...

Porque le ruego amor a tus ojos perfectos
y me dices que soy más viejo que tu sombra.
Tengo cincuenta años
de escribir más poemas
que la niebla en los muros
de sombras de los parques ...
Que hay tanto que decir
que los cielos en llamas
se anegan en mi boca. ..

Yo que aún sigo naciendo
porque soy un proyecto
que le dieron los Angeles
inconcluso a mi madre...
Yo quería ser hombre
y llenarme la boca
de mentidas verdades...
Porque me dieron luz envenenada
y aún sigo cantándola...

Que el dolor es un ángel
inconcluso en los labios..
Y quién lo sabe todo,
todo lo esta callando..

Porque hoy amanecí
tramontado de pájaros,
víctima del incendio
que me heredó mi padre,
torre de solo espejos,
amante fracasado
que a tus piernas se abraza...

Ahora camino sólo más halla de mi mismo,
donde se acaba el pobre
desdén de lo vivido.,,
Yo, que fui profecía tan solo con soñame,
yo, que tuve que hundirme
en la fisura pálida de mi alma...
Ahora que llego a Dios:
El salió -eso me dicen-
y tengo que aceptar
que Él era el imposible
perdón de mis palabras...

Nada cabe en la boca
cuando se está quemando:
ni la herida, ni el aire en llamas de la tarde,
ni el canto, ese siempre modoso
doncito que me carga...

Soy un ser inconcluso, como todo relámpago,
un ladrón de las alas imposibles de su alma...

Que hay tanto que decir
al morir cómo al nacer...
!Y eso es un desastre¡


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