miércoles, 22 de junio de 2016

Alicia Scordomaglia-Argentina/Junio de 2016



                                                         SECRETO
Su reticencia a enfrentar el tema resultó luego, muy evidente…

En aquella efímera tarde gris, caminaban en silencio por la plaza del pueblo. Silencio que se convirtió en una compañía recurrente
Lejos de compungirse con la apatía de Horacio, Susana decidió tomar las riendas del asunto y lo encaró- algo poco habitual en ella-que siempre soportaba callada, tanta indiferencia…
No hubo respuesta…

Cruzaron sin mirar… Un centenar de vecinos esperaban, cotorreando, en la puerta de la iglesia… Faltaban cinco minutos para la iniciación de la misa…
Las  comadres, vestidas de negro como gavilanes, formaban grupitos cerrados: cartera en mano, anteojos de sol; le daban a la sin hueso despiadadamente. Nadie quedaba afuera.  
Ella las miró con cierta animosidad

La centenaria capilla estaba de fiesta. El hermoso campanario pronto se hizo notar, y los feligreses fueron ingresando  al templo…
Horacio y  Susana se ubicaron en los primeros bancos. Él la tomó de la mano, para salvar las apariencias… ¿Qué dirían sus padres si supieran la verdad? Que, en el fondo de sus corazones, ambos estaban decididos a cancelar el casamiento…

Al terminar el oficio, todos salieron al parque. Las mesas para la histórica  celebración, lucían primorosamente decoradas y con abundantes platos típicos, para degustar
Sin embargo, algo habría de suceder… Algo, que empañaría el festejo…
Silvia, la sobrina del párroco, se acercó y le propinó tremenda bofetada
El muchacho quedó perplejo
El secreto fue develado intempestivamente.
- ¡Me dijiste que la ibas a dejar. Que hablarías con tus padres y suspenderías el compromiso! Gritó la agresora…

Meses más tarde, mientras leía el diario, Don Augusto comentó a su hija:
-No hay mal que por bien no venga petisa. Al fin y al cabo, aunque tuviera mucha plata, ese pelele no te convenía…. Hubieras sido una cornuda



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