LOS DUENDES Y LA LUNA
En un lejano lugar,
De un país, de no sé dónde,
Viven entre la
arboleda,
Unos pequeñitos hombres.
Calzan suecos de madera
Y sombreritos de lana;
Tienen los ojos muy pícaros
Y lucen tupida barba.
Por las noches las
luciérnagas
Iluminan el gran cielo,
Como estrellas desprendidas,
Que están muy cerca
del suelo.
Las casitas del lugar,
Con sus grandes chimeneas,
Tienen hermosos jardines,
Con flores de nácar perla.
En un día de sol pleno,
Llegó una joven mujer
Con lágrimas en los ojos,
Que los hizo estremecer.
Y les cuenta que su boda,
Está pronta a acontecer
Y no tiene un
vestido,
Que ella se pueda poner.
Los duendecitos la escuchan
Y conmovidos prometen,
Entretejer hilos de oro
Sobre una tela celeste.
La luna que todo
mira,
Decide colaborar y envía
Un rayo plateado,
Para poderla adornar.
Llega el día de la
boda
Y ella luce muy hermosa;
En su cabello ondulado,
La luna pone una joya.
Hay finos hilos dorados
Sobre su traje de novia,
Que es celeste como
el cielo,
Cuando se marcha la aurora.
El novio está emocionado,
La mira con gran ternura;
En tanto los duendecillos
Se hacen guiños con la luna.
Y colorín colorado,
esta historia
Ha terminado y tiene un final feliz,
Como tú lo has esperado
Del libro ”CUENTOS PARA NIÑOS”
Dedicado a mi abuela Eleonor.
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