martes, 20 de marzo de 2018

Jorge Hermiaga/Marzo de 2018


SIEMPRE FUE ASÍ


                            Mi encuentro con René
                              A René Favaloro.

Me fui arrimando
 (como hace el viento)
de zapatillas blancas
 sin cordones
con la cara lavada
cuál invierno sin rosas
y las rodillas duras
del frío mañanero.
Vos te quedaste mirando
 con tus ojos de ensueño,
 preguntando:
¿No quedan calles
 con adoquines de barrio?

El encuentro fue uno más
el de todos los días
 en la parada gris,
 -la de cara lavada-
con lamentos de estrellas
 y reclamos al aire.

Del libro – DESOLADO

50 Poemas y ninguna flor

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