martes, 20 de marzo de 2018

Saúl Buk-Argentina/Marzo de 2018


El tonto

Se acercó y me dijo…
Creo que no se lo pregunté.
¿Qué demonio se corporizó en él?
con el fin descargar tamaña piedra
en mi camino.
El tonto no se dio cuenta.
Claro, porque es tonto.
 Sin embargo se arrimó y en voz baja,
 muy baja, descubrió lo oculto.
¿Algún ángel envidioso expulsó de su boca
esos horrorosos recuerdos?
Cuando sus desperfectos y afilados dientes
despertaron mi memoria,
percibí un vómito caliente
que me inundaba.
Tal vez…
aprovecharé el viento para alejarme
del tonto que me susurra.
Pero… ¿Quién es él?
Dios se ocupe y me lo quite.

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