sábado, 23 de junio de 2018

Antonio Gómez Hueso-España/Junio de 2018


Balada del que nunca quiso nada, salvo a ti





Sacudido por los vericuetos de la vida,
roto en miles de desatinados anhelos,
yago exánime sin sentirme el cuerpo,
me pierdo por la vida,
yerro sin rumbo,
me dan por muerto.

Me inundarán vientos de todas direcciones,
lluvias de todas las nubes habidas y por haber,
me agrietaré sin posibilidad alguna de reconstrucción,
convirtiéndome en piedra, tierra o carbón.

Y continuarán cayendo las hojas del calendario,
y a los otoños sucederán los inviernos,
inapelablemente la existencia se irá agotando
sin poder reconducirla, sin poder evitarla.

Y mi corazón te seguirá suspirando.

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