DAMA DE COMPAÑÍA
Dedicado al maestro: JORGE GUINZBURG
Velas
prendidas en vertical.
Rocas
encendidas
en el
absurdo camino
del
querer respirar,
la
sonrisa apagándose.
El alma
se pone triste
en el
caminar hacia al final.
Los años
son la suma de nada,
porque la
nada es silencio,
oscuridad,
brizas de vientos,
atardeceres que
estrechan la noche
en busca
de la verdad no encontrada.
Vicios de
los hombres,
el dejar recuerdos,
acumulando
egolatría, poder...
las paredes
de mis bronquios
saben que
han ganado la jugada.
Las amas,
les dejo lo que tengo
y no tengo....
todo es igual.
Son caras de la
moneda al nacer
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