lunes, 20 de mayo de 2019

Oscar Vicente Conde/Mayo de 2019


Hablo
de esa quietud perdida en la lejanía
del holocausto escondido en mi piel
del monstruo dormido bajo mi cama
de las respiraciones detrás de los cuadros
hablo
de las noches pobladas de bullicios
de las ventanas que lloran sus propios adioses
de aquellos ojos
de los latidos que no cesan dentro de los relojes
del abismo que bosteza
del espejo que miente con descaro
de los laberintos que no dejan de caminar
de aquella sonrisa
hablo
en voz baja
con la culpa llamando a mi puerta
y cuando me quedo en silencio
alguien habla por mi
curiosamente
dice las mismas cosas

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