sábado, 21 de marzo de 2020

Yina-Argentina/Marzo de 2020


¡Esa lágrima!

Ahí quedó quieta y muda,
en ella tanto por decir. 
La tarde se dio por partir 
en tan gris jornada. 

El rocío
ante el mensajero,
se apoderó de aquellos.
Por su dolor y fue torrente de río.

Allí en la oscuridad 
más intensa una mujer
elevó sus vacíos brazos,
clamando su anochecer,
salvación y piedad. 

Una vez más la sombra...
Cubrió su corazón de luto.
Ya no está quien la nombra,
su amado hijo al cielo fue. 
Un agudo grito cerró su llanto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario