LI
a mi abuelo Heriberto
rompe el destello
del espantapájaros
en todo el centro
de la siembra de maíz
se reza un
padrenuestro
por los ojos de
cada mazorca coqueteando
su cabello pelirrojo
sin las pecas
que desde antaño
son de malaventura
retorno
a la ceremonia de
sentarse a esperar
la voz del abuelo
por la ausencia
que se consume en un vaso de agua
detrás de cada
empalizada en la puerta de la casa
sepulto una
herradura entrando el misterio
el recuesto del
machete
el eterno
cofre
espejo de
acertijos y ensueños
riego
el después
detrás de la
cortina
semillas
por el riachuelo
para que perdure
el lago
abuelo mío
abuelo con su alma doblada por el cuerpo
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