Canto Singular
Dedicado a mi marido que no pertenece a
este mundo.
La luz se expande,
el silencio aterroriza,
el pájaro emite el grito,
la tierra tiembla, se desvanece,
el río caudaloso,
las vidas se inundan,
la añoranza se recoge.
En el pájaro campanero blanco,
palpita lo blanco de un día verde.
La nada florece
Entre tú y yo y la dama
de la noche brilla, de labios
entreabiertos, la espera
de un beso fatal.
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