VANIDAD OCEÁNICA
Prisionero en el abismo de las sombras
Narciso se aleja de la humildad
y teje el espejismo de su grandeza
vanidoso, él piensa que las aguas
no son dignas de reflejar su imagen
Narciso intenta proyectar su reflejo en el cielo
en ese momento una ola golpea
una roca y habla:
- ¡Pobre Narciso!
opaca y fragmenta su ser
porque ignora que el cielo
es la morada del alma
el cielo no es el espejo de nadie
No hay comentarios:
Publicar un comentario