martes, 21 de junio de 2022

Carmen Guzmán Cedeño-Venezuela/Junio de 2022


 

Náufraga de mis enojos 

 

Permítele a tus manos 

caminar con libertad 

las veredas de mi carne...

 

Con la tibieza descalza de tus dedos,

con la desnudez de tus huellas.

Como se acarician las teclas

de un piano y en esa melodía 

vienes, 

recorres mis pudores

y haces volar gaviotas con la fuerza

de un acorde.

 

En la soledad de esta isla  

náufraga de mis enojos

el sonido del mar 

me acompaña,

Olas van, vienen, se enroscan 

y me van cubriendo de sal cada espacio

de tu ausencia.

 

Ya no se anidan en mi vientre los pájaros azules,

emigran bajo lluvia de azahares

Y pernoctan en otros nidos.

 

Un crucifijo entre mis manos

escondo tímidamente,

talismán dónde pido perdón

por esta tentación que me asalta.

 

Tus manos, tus tibias manos

suban sinuosas hasta mis

lirios que con temblor se asoman

temiendo al ardiente sol.

 

 y en estallido celestial

expiar mi gozo de libre éxtasis.

 

...Plena de ti, me duermo en la orilla

 

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