miércoles, 22 de junio de 2022

Rolando Revagliatti, Poema-Argentina/Junio de 2022


 

Si...

 

 

                                                                                                                               A Rudyard Kipling

 

 

Si puedes desacomodarte y no instalar, sin afán capcioso, cosas tales como

     Sintió la brisa suave

     Mi humilde pero sincero homenaje

     Suprema instancia

     Los caminos de la Patria

     Las semillas de la Libertad;

 

Si puedes desajustarte y no verter, sin guiño literario

     La dulce caricia o El dulce mirar

     Su generosidad sin límites

     Se rompió en mil pedazos

     Una noche oscura y cerrada o Un día luminoso y abierto o Noches consteladas de estrellas o Noches    

     /melancólicas y tristes;

 

Si puedes desacatarte y no asentar sin derroche de sorna

     Un día de crudo invierno

     Desgranando días

     Una sombra fugaz

     El murmullo de los pájaros;

 

Si puedes insurreccionarte cuando te acometa la viscosidad de redactar

     Han manchado con sangre tu hospitalario suelo

     Sus ojos color verde mar o El mar tapizado de olas;

 

Si eres capaz de interceptarte y sacarte del juego cuando no atines más que a

     Un perverso juego o Jugar con mis ilusiones o Alimentar mis ilusiones o Mustia mi alma o

     /Transportó mi espíritu o Tu espíritu fogoso;

 

Si puedes desestimar, oponiéndote al torrente demencial de la resaca, no siempre solemne, pero sí  

       /infecciosa de

      El paisaje pleno de vida y encanto o Asomarte a la vida o El milagro de la vida

       y aún alcanzado por tu flaqueza, repudiar

       Ver brillar el sol y El sol broncea mi piel

      Algarabías juveniles y Cegados por la ambición;

 

Si puedes encabritarte y no atiborrar con

     Palabras que se agolpan en mi interior

     Mensajes de Paz que llenan el aire o Lleno de esperanzas o Llenará con alegría o Llenando de

     /emoción;

 

Si eres capaz, a costa de tu desasosiego, de renunciar definitivamente a

     Tu profundo amor y Caer en sus redes

     La raíz de todos los males y Prodigar sonrisas;

          

 Si puedes abstenerte del

     Sembrador de sueños

     Del hielo de la soledad

     y así subvertirte y no dotar a tus textos del

     Por qué tan cruel es el destino;

 

Si nadie, ni enemigos ni amantes amigos, logran incitarte a

     Estallar en miríadas de capullos vírgenes;

 

Si puedes, expulgándote de linajes parasitarios, abolir

     Dispuesto a darte esa fiel mano o En tu piel rosada;

 

Si puedes acometerte con fiereza y desterrar de tu escritura indefensa

     Se callen sentimientos

     Se enmudezcan las voces;

 

Si eres capaz de rebuscar en ti la imprescindible disconformidad y ni por pasteles te avienes a

     Palpitar en el ritmo de su corazón o Compartir tus íntimos deseos:

 

¡Tuya será la poesía y cuanto ella revele y —lo que vale más— serás, acaso, un poeta, hijo mío!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rolando Revagliatti

 

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