A los dioses
Ruega al mirlo blanco
que extienda sus alas de pájaro triste
de canto suave
de melancólica voz.
Dile que Cupido castigó a Psique
que Dafne no correrá más
que por Helena ardió Troya
que Juno envía los truenos
y con Zeus tiembla el mundo
que va a morir
a manos de Neptuno,
Dios del mar,
azul,
horizonte infinito
destruido en las olas de agua salada,
en rocas de arena.
En el juicio del amor
París con Venus o Atenea.
La creación
alzada al cielo
azul, azul
sobre su mano
con la manzana de lo prohibido.
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