La guadaña
Los ángeles caídos escupieron sombras
sobre el árbol de magnolia
reflejado en un viejo espejo de metal
un leve movimiento en las luces proyectadas por el espejo
y los fantasmagóricos duendes del abismo abrieron los ojos
y rieron
y atravesaron las paredes que separaban los siglos
y palabras antiguas como “pandemia” y “fin del mundo”
se renovaron con el poder de las sombras
y volvieron a habitar los labios e hicieron estremecer
gargantas y corazones
algunos verbos como viajar se tornaron prohibidos
pero otros verbos como amar y creer
se erigieron herederos del trono de Cronos
y Cronos (siempre matrero) levantó la guadaña
y cortó cabezas y trituró pescuezos
y se quedó solo como ese pedazo de pan viejo
que permanece olvidado sobre un banco de madera de una plaza
donde algunos mendigos (cansados de la vida) matan las horas
mientras esperan ser muertos por la piadosa guadaña de Cronos.
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