EL TIEMPO
Como el mejor atleta
En la pista de la eternidad,
De piernas largas y piel sudorosa,
Corre para llegar a la meta
Sin ser alcanzado nunca.
Ir tras él es imposible,
Aunque muchos lo intenten,
Se lleva todas las medallas.
Otras veces se hace elástico,
Se dilata como la fuente de una madre
A punto de parir y su compás es eterno.
El tiempo a veces tiene
La espesura de la selva
Y otras, cabalga en la espuma de una ola.
Debe, tal vez, su existencia
A la infinidad de memorias,
De legados y proyectos,
De relojes y cronómetros.
De pausas, encuentros y despedidas,
Desde el momento mismo de su medición.
¿Su finitud estará próxima?
¿Tiene día y hora de muerte?
¿Somos testigos o creadores
De su dudosa existencia?
Mientras alcancemos a ver
Estrellas en el cielo,
Está condenado a un eterno presente,
Desde el comienzo hasta el fin de los tiempos.
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